Antes de continuar, tenemos que hacer hincapié que la tarea en sí no es solo alimentar una colonia de gatos urbanos o ferales, también aplicar correctamente el método CER, controlar la salud procurando el bienestar de esa colonia y rescatar a los posibles animales susceptibles de ser adoptados.

 

En alguna ocasión nos han preguntado como alimentar un grupo de gatos que merodean unas obras, o que quieren alimentar a un grupo de gatos urbanos en una determinada localidad y no saben como empezar. Lo primero que tienes que saber es que, en las ordenanzas municipales de la mayoría de los ayuntamientos, dar de comer en la calle a gatos u otros animales urbanos no está permitido, es sancionable y contraproducente. Alimentarlos sin control solo vamos a conseguir perpetuar la superpoblación y con ello, empeorar la situación.

Los gatos urbanos como ya hemos mencionado en otros artículos, son de la misma especie que los gatos domésticos y llevan conviviendo con nosotros casi 10.000 años. Sus dueños se beneficiaban de su instinto depredador natural porque ahuyentaban a las ratas y otras pequeñas alimañas y estos a su vez, les proporcionaban cobijo y alimento.

Una de tantas leyendas urbanas que existen en la actualidad, es que los gatos “se buscan la vida” y esto es una verdad a medias, ya que es cierto que  se pueden alimentar de lo que les proporciona el entorno natural, la realidad es que no hay alimentos para todos y dependen de nosotros para  subsistir.

Aunque es España estamos avanzando en bienestar animal, todavía estamos un paso por detrás de los países de nuestro entorno. La conciencia social  no es nueva, pero la aplicación de métodos éticos por parte de nuestros municipios, es mejorable. En ciudades como Barcelona colectivos vecinales  han contratado los servicios de empresas privadas o directamente, como Bunyola especializadas en plagas (las colonias de gatos no se consideran  como tal) trasladando gatos de una zona a otra o simplemente, encerrándolos en jaulas. Esto no soluciona el problema, pero ya hablaremos de ello en otro momento.

En mi ciudad hay gatos abandonados en la calle y quiero darles de comer ¿Cómo lo hago?

Si te preguntas esto, es porque habrás observado merodear en parques, zonas ajardinadas o cruzando fugazmente por la calle algunos mininos. Para  hacerlo vas a necesitar un permiso municipal, y para eso hay que dirigirse al departamento o concejal de Bienestar Animal o de medio ambiente que  corresponda a tu municipio…pero después. Por muy buenos argumentos que tengas y por muy buena voluntad de hacerlo por parte de ayuntamiento,  sin aportar datos o más información, no te van a autorizar.

Primeros pasos

Asegúrate de que esa colonia no esté ya gestionada por alguna asociación local, buscando información por las redes sociales. En caso de que no  hubiera, busca los puntos de concentración de mininos, y trata de contabilizarlos. Por naturaleza, los gatos ferales son desconfiados de los humanos y  tratarán de evitar cualquier tipo de contacto, por eso debes mantener una distancia prudencial.

El ruido de las ciudades, el tráfico, el movimiento de las personas dificulta su avistamiento, por eso las mejores horas para hacernos una idea del  volumen de esa colonia es al amanecer o si es posible por la noche, que es cuando están más activos.

 En la medida de lo posible, cuantifica el número de machos y hembras. Por lo   general y salvo excepciones, las llamadas carey (como la de la foto) y las de   tres  colores o más son hembras. En algunos casos también son más pequeñas,   pero no asumir esto como regla ya que he visto algunas que nada tienen que   envidiar en tamaño a la “pantera de Granada.

 Reúne estos datos y elabora un documento con la ubicación, número de la población, camadas (si las hay) y el número de hembras y machos y ahora   sí, ya podemos ir al Ayuntamiento. No tiene que ser una información cien por cien precisa, pero si que tiene una aproximación para que el   ayuntamiento pueda calcular los gastos veterinarios de esterilización y en su caso, destinar una partida económica.

 El Ayuntamiento ya tiene toda la información ¿ya les puedo dar de comer?

 Si tienes la autorización municipal y reúne todos los requisitos que te soliciten, SI.

 Hay dos maneras de hacerlo:

  •  A título individual

 Llegando a un acuerdo de colaboración o convenio con el Ayuntamiento de acuerdo a la Ley del voluntariado

  •  Como una asociación

 Creando una asociación sin ánimo de lucro

 Nosotros recomendamos crear una asociación, ya que te va a permitir recibir subvenciones (previa memoria anual de actividades) y para eso se   necesita un mínimo de tres personas para conformar una asociación, redactar unos estatutos y hacer un acta fundacional. Aunque parezca algo   complicado no lo es, se pueden encontrar navegando plantillas conformadas con los Estatutos. El registro se puede hacer online en la comunidad   autónoma a la que perteneces, pasando esta los datos de la asociación al Registro Nacional de Asociaciones.

 Solicita al Ayuntamiento que os proporciones carnet o documentos de alimentador de colonias urbanas, y que coloque carteles informativos indicando   la ubicación de la misma

 Ubicación de los comederos

 Las colonias felinas están muy jerarquizadas, conformándose grupos que estrechan fuertemente sus lazos y evitando la llegada de nuevos individuos.   Hay grupos que no se mezclan con la colonia de al lado (aunque esté a cien metros) por lo que al menos ya deberías contar con dos comederos   separados o más, en función del número de animales.

Pon la comida a la misma hora. Los felinos son animales de costumbres, y si mantienes en mismo horario, estos saldrán a la “hora de comer”. Esto te va a ayudar para saber cuantos gatos conforman la colonia, y gestionar de manera más eficiente las capturas y esterilizaciones.

No intentar tocarlos. No te conocen y no se van a acercar a la comida mientras estés delante, apártate unos metros (o escóndete según sea el caso) para observarlos y poder obtener un registro.

Si la ubicación lo permite, los comederos deben estar en alto y apartados de la vía pública. Si no es posible, que no estén muy a la vista de los transeúntes. El alimento principal debe ser pienso seco, que aporta un alto valor proteico y el agua debe de estar siempre limpia.

Los comederos y bebederos se deben limpiar cada vez que se rellenan.

Aportar comida húmeda como complemento. No siempre van a disponer nuestros peludos de agua fresca (a no ser que estemos las 24h allí), por lo que comer pienso seco sin agua, a la larga puede producirles problemas renales. Aportar comida húmeda disminuye este problema, pero se la han de comer al instante, retirando todo el sobrante una vez satisfechos. Evitaremos malos olores y problemas vecinales.

Para saber el gasto en pienso seco que vas a tener (base de su alimentación diaria) un gato adulto consume de media unos 60 gr. En Adyla gestionamos alrededor de 290 gatos, lo que supone una media diaria de 17-18kg de pienso, y más de 500kg al mes (sin contar gastos veterinarios)

Por eso hacemos todas las asociaciones tanto hincapié en la recogida y donaciones de alimentos…

Conflictos vecinales

Esto es un tema delicado, ya que poca gente le gusta tener una colonia de gatos debajo de su casa: épocas de celo, peleas territoriales, olores de marcaje…vamos a dar algunas respuestas de las quejas más habituales:

  • La comida atraerá a las ratas

Es una de las quejas más habituales. Ya hemos dicho que los gatos son depredadores naturales, y aunque estén bien alimentados mantendrán las ratas lejos por su instinto depredador.

  • Foco de infección

No hay ninguna evidencia que los gatos supongan un riesgo para la salud pública. Enfermedades populares como la toxoplasmosis se contagia principalmente por verduras mal lavadas, o mal higiene después de trabajos en jardinería. El gato una vez que elimina el parásito en las heces, genera una respuesta inmune.

La rabia está oficialmente erradicada en España desde 1978

Los contagios por arañazos no son habituales, ya que acostumbran a huir antes que atacar.

  • Me molestan y hacen mucho ruido por las noches

Por eso estamos ahí. Alimentando esa colonia podemos saber su número, esterilizar a sus miembros y adoptar aquellos que sean susceptibles de ello con la intención, de que con el tiempo se reduzca la población.

  • No alimentarlos aquí

No es conveniente cambiar la ubicación de una colonia felina, trasladándola otro lugar, ya que lo único que conseguiríamos provocar el llamado “efecto vacío” que es la ocupación de la zona por otros gatos cercanos y aprovechar sus recursos. Con el riesgo añadido que deja de ser una colonia controlada y tenemos que empezar otra vez de cero.

Nunca se debe discutir con los vecinos de la zona, siempre hay que promover el diálogo y la educación ciudadana.

Se quedan muchas cosas en el tintero porque no pretendíamos hacer una extensa relación de actuaciones, pero si poner una pequeña base si se parte desde cero.

Si necesitas más información o te surgen dudas, puedes ponerte en contacto con nosotros, ¡estaremos encantados de responderte!