Antes de explicar cómo aplicar correctamente el método CER y de como se ha de capturar un gato sin acabar desollado en el intento, debemos hacer repaso primero como se encuentra el marco jurídico español y de cómo se aplica a las colonias felinas urbanas.
¿CER o CES?
Aunque se ha usado indistintamente ambos términos, el correcto sería CER (captura-esterilización y Retorno) ya que la S de CES significa suelta, y esto se hace para evitar confusiones, ya que el animal se debe retornar al lugar de origen y no soltarlo al lado de un gallinero repleto de orondos pollitos o en medio de la plaza Mayor del pueblo. Esto se debía a una mala traducción de las siglas en inglés TNR al traducir la R como Reselase (suelta o lanzamiento) en vez de Return (retornar)
Gato de colonia feral
Lo primero que debemos saber, es que los gatos de nuestras calles pertenecen a la especie de gato doméstico y por lo tanto, tienen los mismos derechos y consideración que los gatos que habitan en nuestras casas. Así lo contempla nuestro código penal (B.O.E.) y son los ayuntamientos los que deben velar por su bienestar.
¿Por qué es importante esta consideración?
Pues que dentro del marco legal y como se menciona anteriormente, el abuso, maltrato, abandono o incluso el envenenamiento de los gatos ferales, tiene las mismas consecuencias penales que hacerlo con los gatos de nuestros hogares.
¿Si esto es así, por qué no todos los ayuntamientos llevan el control de esas colonias?
A día de hoy, regular las colonias felinas es una cuestión de voluntad política, no hacerlo no tiene una justificación legal alguna. El problema de fondo es que en la Legislación estatal no están reguladas las colonias de gatos, no hay un registro de colonias felinas como tal (ni a nivel autonómico) y solo tres comunidades autonómicas se han atribuido competencias de Bienestar Animal en sus Estatutos de Autonomía: Andalucía, Cataluña y Canarias. Como regular el CER es una competencia local, muchos Ayuntamientos no lo aplicaban por desconocimiento o por falta de interés.
Afortunadamente, cada vez son más los Ayuntamientos que están modificando sus ordenanzas para la implementación del método CER y aunque no hubiese ordenanzas, se puede aplicar CER sin que existan las mismas, tanto a título personal, como entidad de protección animal (eso sí, siempre con el permiso o la tolerancia municipal) como ejemplo podemos citar el municipio de Yecla (Murcia) a través de la protectora Spandy sin tener un marco normativo municipal específico.
Otros municipios van más allá y además de aplicar CER, implantan microchip en lugares como Cartagena, Torre Pacheco, San Javier (Murcia) San Fulgencio (Comunidad Valenciana), Las Rozas (Madrid) aunque las leyes autonómicas no les obliguen a ello. Y esto sólo por citar algunos ejemplos…
¿Tiene validez como método científico para controlar la población gatuna?
¡Por supuesto!
Ya existe un dictamen del Consejo de Estado que avala como método científico eficaz mediante el CER en la ciudad de Ceuta (por cierto, la primera en España en regularlo)
Además de diferentes asociaciones veterinarias como AVATMA y GEMFE han publicado sendas guías que avalan la esterilización de gatos de colonias felinas y recomendaciones para su manejo ético.
¿Cómo se puede demostrar que un municipio lo aplica correctamente?
En este artículo ya hemos visto ejemplos de municipios que gestionan de manera eficaz este método, además de la involucración de asociaciones de veterinarios y protectoras. Pero si se quiere ir un paso más allá, los Ayuntamientos pueden sacar la certificación Norma UNE 313001:2016 acreditada por AENOR que además de quedar chulo, demuestra que hacen una gestión eficaz del CER
Vale, muy bien ¿Y como cazo a un gato?
Aquí queríamos llegar. Perdonar todo el argumentario anterior que hemos intentado simplificar, pero hay que dar razones de por qué se encierra a un gato y les cortamos el rollo. Lo primero y lo más importante es tener una asociación o entidad personal, un Ayuntamiento informado y un montón de gatos con ganas de pasárselo bien.
Un gato feral, urbano o asilvestrado (que no silvestre) no se va a dejar coger de buenas a primeras por un desconocido, y de intentarlo, comprobarás con que rapidez y destreza es capaz de manejar sus garras para dejarte los brazos con mas arañazos que tu coche en un parking público. Para esa misión existe la jaula-trampa.
Para entender cómo funciona una jaula- trampa, puedes ver el video que hemos subido a continuación.
Por supuesto, el gato no va a entrar ahí porque sí. Son curiosos, pero no tontos. Para eso es muy importante contar con la colaboración de los alimentadores de la colonia para dejarlos en ayuno durante unos días y al cabo de los mismos, aparecer con la jaula y con comida apetecible en su interior (preferiblemente húmeda o paté)
El tiempo de ayuno depende de varios factores, pero lo más habitual es esperar unos 3-4 días. Más días va a depender del estado de salud de los gatos de esa colonia, pero no es nada recomendable prolongar por tiempo indefinido el ayuno hasta la captura, porque se corre el riesgo de que entren en lipidosis hepática. Consultar con los veterinarios municipales sobre esta cuestión, ya que las valoraciones sobre los riesgos corresponden hacerlo a profesionales veterinarios.
Y… ¡Por fin! Tenemos el gato en la jaula. Se recomienda SIEMPRE una vez capturado, tapar la jaula con una manta, sabana o toalla, ya que el encierro le va a provocar mucho estrés. Los gatos son seres muy sensibles, el exceso de estrés pueden provocar la caída de sus defensas naturales llegándole a provocar incluso, la muerte. Debe permanecer el mínimo tiempo posible en la jaula hasta el retorno a su lugar de origen en la colonia.
¿Y si quiero cazar a un gato específico?
Todas las asociaciones pasamos por ese trago, cada una lleva una estrategia diferente, pero por lo general, vamos a requerir de mucha paciencia, voluntarios, tiempo y energía. No siempre va a entrar el gato que queremos, y corremos el riesgo de que si cazamos el que no es y lo soltamos al momento por estar ya esterilizado, los demás van a tener la mosca tras la oreja y van a dudar mucho para entrar ahí, por lo que se vienen ciclos de ayuno, de guardias nocturnas o de madrugones.
Es curioso, que tenemos robots por la casa que barren, hornos pirolíticos que se limpian solos… ¡pero no he visto ningún fabricante que venda jaulas-trampas con mando a distancia! Por Youtube hay manitas que las hacen (nosotros tenemos una) y van geniales para que se cierre solo cuando el gato que queremos atrapar se mete dentro, ya que nosotros controlamos el cierre de la misma.
Espero que esta información te sea de utilidad, pero si quieres saber más, puedes acceder a este informe elaborado por Raquel López Teruel mediante suscripción aquí